Hay cientos de casos documentados de niños en Japón que han sufrido lesiones catastróficas haciendo judo bajo supervisión escolar. En los últimos 30 años, 118 han muerto, y cerca de 300 han terminado parapléjicos o en coma.
Las estadísticas no tienen comparación en otras naciones desarrolladas donde el deporte es popular. Funcionarios de las federaciones de judo tanto en Estados Unidos como en Francia dijeron que si bien las conmociones cerebrales habían sido comunes, no se habían reportado muertes o lesiones cerebrales traumáticas para los jóvenes practicantes en las últimas décadas.
El problema de las muertes y lesiones
La frecuencia de muertes de judo en Japón preocupó a Ryo Uchida, profesor asistente de la Universidad de Nagoya, que estudiaba la seguridad en la escuela. Fue el primero en compilar las cifras. Esas cifras están condicionadas por «técnicas de entrenamiento incorrectas» que exigen a los estudiantes demasiado, lo que puede hacer que un deporte con contacto corporal e impacto, como el judo, letal.
Yoshihiro Murakawa aprendió esto cuando su sobrino de 12 años de edad, Koji Murakawa, sufrió una lesión en la cabeza en 2009 y murió un mes más tarde. No tenía ni idea de que Koji había sido una de las numerosas bajas de judo en la escuela hasta que fue contactado meses después por Yasuhiko Kobayashi, cuyo hijo había resultado gravemente herido al hacer judo en la escuela. Murakawa dijo que él y Kobayashi habían quedado «asombrados» por el estudio de Uchida. Esto los llevó a iniciar la Asociación de Víctimas de Accidentes de Judo de Japón en marzo de 2010.
El número de heridos y muertes en Japón es específico de Japón. El judo se enseña en escuelas con malos instructores. Empujan a los niños incluso cuando están lesionados. No están calificados para mantener la posición que tienen y los niños están pagando por ello. Si intenta encontrar estadísticas comparables de los EE.UU., no lo hará.
